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dimecres, 22 de febrer del 2012

Entrevista a Enrique López Viejo autor de ‘La vida crápula de Maurice Sachs’

“Maurice Sachs quiso ser un gran escritor, tenía un alma literaria”
Enrique López Viejo nos habla de su último libro, ‘La vida crápula de Maurice Sachs’, en el que nos explica cómo fue la vida de este escritor frustrado. Sachs fue un ser con escasas virtudes y autodestructivo y Enrique ha sabido plasmar en su obra toda la esencia de este personaje tan complejo y abominable que vivió en el París de entreguerras.
¿Por qué motivo elegiste el personaje de Maurice Sachs para recrear su historia?
Desde que conocí su existencia en las páginas de otros libros, quedé fascinado por el personaje, por la trepidante vida que había tenido; primero por sus avatares, luego, por su personalidad. Era un personaje entretenidísimo, singular y plural, mayúsculo, y pronto surgió la necesidad de informarme y de ponerme a contarlo. Semejante individuo y una existencia tan enloquecida, no podían tener mayor atractivo. Al principio, era una historieta detrás de otra, luego… una vida tan tremenda como la que se cuenta.
Se trata de un escritor francés de origen judío que colaboró con los nazis durante la ocupación de éstos en su país. ¿En el libro intentas que el lector comprenda por qué razón Maurice Sachs colaboró con los alemanes?
Maurice Sachs colabora por conveniencia y supervivencia. Tal cual. Sachs es un amoral que no asumió jamás conciencia o valor moral de ninguna clase. En algún momento, disimuló celebrar ideológicamente el advenimiento nazi, pero era pura fantasía frívola y fatal. En el libro cuento sus aventuras, su trayectoria, sin tratar de penetrar en la mente trastornada, disparatada y complejísima de un individuo como Sachs, siervo, además, de todos los vicios. No pretendo hacer psicologismo de ninguna clase, ¡dios me libre con semejante diablo! El lector interesado comprenderá desde el primer capítulo, los motivos y razones que le impulsaron a Sachs a actuar como lo hizo durante su vida entera.
Ironías de la vida, pese a su cooperación con los nazis fue ejecutado por un guardia de las SS…
Pudo morir en muchos otros momentos, en varias de sus aventuras o víctima de la exagerada vida tóxica que tuvo. El que muriese asesinado en una desesperada caravana de presos, es el escenario lógico a los últimos pasos que dio en su vida. Su marcha para Hamburgo fue la peor decisión que tomo nunca. Una elección suicida (si así fue, que no lo sabemos), le sitúo en el infierno que era la ciudad alemana. Pero, desde mucho antes, su discurrir era como el juego de la ruleta rusa, algo que había aprendido de uno de sus preceptores siendo chaval. Se la estaba buscando desde jovencito. Murió en la cuneta como pudo morir en la prisión apaleado, de un tiro a orillas del Sena, o de un coma hepático en un bar clandestino en el Nueva York de la prohibición.
Su vida, por otra parte, estuvo regada de amistades influyentes y famosas, como la mismísima Coco Chanel o Jean Cocteau. Choca bastante que un personaje con tales compañías acabase mendigando…
Dijo ser un ser maldito, hijo de la ruina y, efectivamente, lo era. No hizo nada bien y no hizo una buena. La compasión de sus amigos fue mucha, pero Sachs era un desastre completo y absoluto, y un enfermo alcohólico que no sabía lo que eran la verdad, el honor, la fidelidad, este tipo de cuestiones fundamentales. Decía no saber discernir entre el bien y el mal, no sentirse culpable. Maurice Sachs tuvo un carácter absolutamente autodestructivo.
Supongo que su condición homosexual no favoreció que su vida se encaminase de manera correcta.
En el medio en que vivió Sachs, su homosexualidad no era extraña, y la había asumido desde niño. Su desmesurada incorrección, la extravagancia de su personalidad y proceder, su exclusión, son inherentes a su origen, y su camino hacia la marginalidad es el resultado de la exageración de los desórdenes y extremos de su vida, de su carrera extenuada y salvaje sin principios, ni orden moral de clase alguna.
El libro se sitúa en el París de entreguerras, un París bohemio y lleno de artistas. ¿Te apasiona tanto el contexto histórico como el personaje en el que se centra tu libro?
Pues, precisamente, no soy un especial apasionado de las vanguardias, ni de aquel momento histórico entre las dos guerras mundiales. Me interesó más el personaje. En aquellas décadas francesas, determinadas figuras de uno u otro ámbito me parecen apasionantes, pero no es el tiempo que hubiera preferido vivir, por más que París me parezca maravillosa, y sí me vea fascinado por algunos de aquellos personajes.
A Maurice Sachs, como a muchos otros artistas, el reconocimiento le llegó tras su muerte y fue entonces cuando sus novelas empezaron a tener éxito. ¿Consideras que fue un escritor frustrado al no ser valoradas sus obras?
Absolutamente frustrado. Pero no por que no se le valorase en su tiempo, que ello era imposible, sino porque había poco que valorar. No tuvo obra hasta el final de sus días y se le publicó Postmortem. Maurice Sachs quiso ser un gran escritor, tenía un alma literaria. Escribió toda su vida, pero ni bien, ni mucho. En primer lugar, lo hizo poco, irregular, precipitadamente. Prometió decenas de textos que no escribió. En el tramo final de su agitada existencia, demasiado apresuradamente, escribió cosas muy buenas, pero Sachs, como escritor, también es un desastre. Podía haber escrito sin final, así lo quería cuando se puso de verdad a ello, pero murió. Pudo haber sido un gran escritor pues tenía infinitos sueños literarios, pero sí se podría decir que es un escritor frustrado.
El título de tu libro, ‘La vida crápula de Maurice Sachs’, ya nos da una idea de cómo debió ser el transcurso de sus días. ¿Cómo pretende retratar tu libro a Maurice Sachs?
Como lo que fue: un vividor, un aventurero social, un libertino alcohólico, un sinvergüenza, un caradura encantador y, también, un relativo buen escritor. Un personaje cuya vida parece más de ficción que real.
¿A qué tipo de lectores recomiendas tu obra?
A todos los que les gusten los personajes extremos, y sin duda, a los que les interese el París de Entreguerras y aquel ambiente de las élites y vanguardias de la primera mitad del siglo XX. A quiénes les pueda divertir conocer la historia e historietas de un individuo bastante amoral, cuya vida tuvo por escenario aquella ciudad en los años Veinte y Treinta del pasado siglo, y durante La Ocupación Nazi. La vida crápula de Maurice Sachs es la semblanza de un libertino que no paró de meterse en líos y tratar de sobrevivir a la fatalidad de sí mismo. También recomiendo su lectura a aquellos que quieran entretenerse un rato.
¿Hablarás de otro personaje tan complejo a la vez que polémico como Maurice Sachs en tu próximo libro?
No, no lo sé. Quiero irme al Siglo Dieciocho, al Settecento, y pasar unos buenos ratos entre violas de gamba, damascos azules y rosas, y retratos al pastel. No lo sé. Ciertamente, Sachs, en su día, fue agotador.
Laura Mas
Título: La vida crápula de Maurice Sachs
Autor: Enrique López Viejo
Editorial: Melusina
Año de publicación: 2012
Idioma: español
Materia: biografías
ISBN: 9788496614956

1 comentari:

  1. Sachs era un impresentable, coma algúns outros, pero hai unha tendencia nunha certa "intelectualidade" en facer algo así coma unha apoloxía destos persoaxes lamentables, coma si tivesen unhas prerrogativas que non teñen o resto dos humanos. Luis Manteiga Pousa

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